Metodología Montessori

Elena Llamazares

La pedagogía desarrollada por María Montessori, aplicada en todo el mundo en múltiples escuelas desde su aparición y hasta nuestros días, demuestra ser un efectivo y coherente método que prevé dinámicas ahora en auge tales como: trabajo por rincones, trabajo por proyectos, trabajo cooperativo y aprendizaje a través de la experiencia. En el diseño de su programa, se encuentran recogidas las materias del currículo, con la peculiaridad de presentarlas desde un punto de vista práctico y empírico, ya que si le damos al niño la posibilidad de tener experiencias sensoriales, esto lo traerá gradualmente al conocimiento de la abstracción. María Montessori dice:

La mente humana nació para la abstracción, la cual produce tanta alegría biológica como intelectual; pero la conquista de esta abstracción no se puede lograr sin una preparación especial. El conocimiento se obtiene directamente de la forma abstracta, cuando el intelecto ha alcanzado una madurez suficiente, capaz de hacer suyo el concepto, sin la mediación de los sentidos.”

El programa Montessori se divide en tres ciclos: casa de niños (3-6 años) taller I (6-9) y taller II (9-12), que curricularmente corresponde a infantil, primaria y secundaria. En las tres etapas, la pedagogía Montessori tiene tres componentes que la definen: los materiales manipulativos, la metodología, y la filosofía.

Los materiales, fueron científicamente diseñados por Maria Montessori a partir de la observación de los niños. A través de la manipulación consciente de los materiales concretos, se despierta y estimula la inteligencia, al tiempo que se produce una conexión entre lo físico y lo intelectual. María Montessori se refería a los materiales como la cuerda de un reloj, que activa la maquinaria del mismo para que eche a andar, y continúe largo tiempo funcionando por sí mismo.

La metodología consiste en el uso apropiado de los materiales, con unas presentaciones específicas y un orden concreto. A través de su propuesta metodológica, María Montessori invita al niño a tener la actitud del científico: observar, probar, y finalmente concluir.

La filosofía, se nos revela a través de la vivencia, que nos hace experimentar la razón de ser de esta pedagogía: mostrar al niño el mundo, para que en él pueda desarrollar todo su potencial.

Conocido el método Montessori, el maestro va a tener una razón más para presentar su asignatura: no simplemente porque constituye parte del currículo, sino porque tiene un sentido en sí mismo que quiere transmitir: el profesor muestra, y el niño experimenta y comprende. Así, no se trata de teoría repetida, sino de un conocimiento vivo, interiorizado y comprendido por el niño.

El método Montessori tiene un programa de todas las materias interrelacionado y específico. No obstante, estos cursos no están planteados para formar guías Montessori, sino para que los profesores puedan conocer el método. No es un sistema excluyente, sino que puede compaginarse con la dinámica de la clase. No es un freno a otro sistema, sino una ayuda al sistema en se aplique.

El método Montessori en el aula demuestra que los niños adquieren independencia, criterio propio, capacidad para desarrollar sus propias técnicas de trabajo y estudio, así como una pasión por el aprendizaje.

La introducción parcial de la metodología en un sistema ya en funcionamiento también ha revelado beneficios y mejoría en la práctica del aula. Éstos cursos explican el método Montessori, para que el profesorado pueda elegir en qué medida quiere y puede introducirlo en su aula.

En estos cursos, los profesores van a tener la oportunidad de observar y manipular los materiales concretos, experimentado en sí mismos el efecto de los materiales y la lógica de las presentaciones. Así, el profesor no sólo adquirirá destreza en el uso de los materiales y una mayor comprensión de las materias, sino que va a experimentar el poder revelador y transformador de los materiales.

Objetivos

  • Contactar con los materiales y las presentaciones, con un contexto filosófico.

  • Conocer las presentaciones con materiales manipulativos que los profesores puedan aplicar en su aula.

  • Conocer las condiciones de un aprendizaje activo y vivencial.

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