¿Por qué a los niños y las niñas no nos dejan gritar, saltar, llorar, movernos o patalear cuando lo necesitamos?

A mi me pasa que hay momentos en los que me apetece gritarrrr!!! Entonces, si lo hago, siempre hay un adulto que se acerca a decirme: no HAY QUE gritar, HAY QUE permanecer en silencio, HAY QUE portarse bien, HAY QUE obedecer… (¡cómo les gusta a los adultos y las adultas poner la coletilla del “HAY QUE”!!, cómo si después del HAY QUE hubiese una verdad absoluta). Bueno vuelvo a lo que iba.

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Entonces ese grito que iba a salir con total normalidad me lo taponan; se me queda ahí dentro, ahí en la garganta atravesado, bloqueando el paso de mi expresión auténtica. Y va pasando el día y yo diciéndole a mi garganta: aguanta, aquí no se puede, aquí tampoco, espera un poco… ufffffffff. Os aseguro que eso que se me ha quedado ahí atascado seguro, segurísimo, que en algún momento lo suelto. Es cómo cuando se te clava un pincho, que lo puedes quitar enseguida y no pasa nada, que si lo dejas, en algún momento sale sólo de manera imprevista, y que si no sale, se infecta para poder salir después. Igual igualito le pasa a mis emociones.

Si no lo suelto cuando me viene, me sale por algún otro sitio, en algún otro momento. Cuando llevamos un grito atascado en nuestra garganta es más fácil que nos entre una rabieta por cualquier cosas o que nos caigamos para al fin poder desatascar y soltar un buen grito o un gran berrinche.

Bueno…. eso de al fin!!!!! tampoco está claro. Muchos adultos se empeñan en decirnos cosas cómo: no llores que no ha sido nada, no te preocupes que ya pasó, no grites que se enterará todo el mundo… estas frases nos chiiiiirrrriiiiiiaannnn, porque lo que queremos es LLORAR, CHILLAR, PATALEAR, ECHAR A CORRER… y que simplemente nos acompañen, nos escuchen, nos entiendan y nos dejen expresar con total libertad, sin juicios ni comentarios.

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Ya entiendí que no puedo chillar en la oreja de nadie, que no puedo pedir las cosas gritando, que no puedo lanzarle al primero que veo mis enfados y frustraciones, pero si lo hago sin molestar a nadie… es entonces es cuando REIVINDICO QUE DEJEN EXPRESARNOS tal cual y cómo nos vienen las emociones, que ellas no entienden de razonamientos, porque justamente eso son, emociones que no pensamientos.

Todo este lío (que no es más que el que nos generan papas, mamas, educadores y vecinos) tiene una explicación y es que los adultos tienen ya muy aprendido el ocultar sus emociones y cómo así lo han aprendido desde bien pequeños, empezando con el chupete, ahora no saben llorar, no saben gritar, ni patalear. A muchos mayores se les infectan las emociones (cómo los pinchos que no salen sólos) y cuando llegan a casa les duele la cabeza, les duele la espalda, la garganta… o no están para nada. Y entonces necesitan masajes, terapia o que les dejemos tranquilos.

Menudo lío, y todo esto por no dejarnos gritar, llorar o patalear cuando lo necesitamos.

Martina Repentina

Showing 5 comments
  • laura

    Me interesa el llibre de Martina penseu fer edicio en català?

    • Editorial

      Hola Laura, ja està traduït, espere que prompte puga editar-se!!

  • Educacion emocional

    Qué importante es que los niños puedan expresar sus emociones y les enseñemos a conocerlas y a aprender a gestionarlas de forma positiva. Enhorabuena!!

    • Editorial

      Gracias!! ;))

  • Custo

    Magnifico, la educación emocional, no es más que saber comunicar a los demás nuestras emociones y saber responder ante las de los demás, algo aparentemente sencillo, pero que no todo el mundo conoce.

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